Consejos para recién iniciados en el ajedrez
Al principio de la partida es importante desarrollar nuestras piezas con rapidez. Tratad de mover primero vuestros caballos y alfiles. Para permitir la rápida salida de los alfiles es conveniente que el primer movimiento sea el de uno de los peones centrales (el e y el d). En el inicio de la partida tratad de no mover vuestra Dama, si la sacáis demasiado pronto puede ser amenazada por otras piezas, lo que retrasaría vuestro desarrollo. En esta fase también tenéis que intentar no mover la misma pieza dos veces seguidas, es perder un tiempo que vuestro rival puede aprovechar para ir poniendo piezas en acción. Es importante que tratéis de dominar el centro del tablero, bien con vuestros peones o con el resto de piezas.
Centro del tablero Mantened a vuestro Rey protegido, el enroque es un buen sistema para que no puedan amenazarle. Más tarde, cuando la partida esté mucho más avanzada y ya no queden demasiadas piezas en el tablero, podéis sacar al Rey de su fortaleza y que avance por el tablero, veréis que en estas situaciones se convierte en una poderosa arma ya que se puede mover en todas las direcciones. El valor del alfil suele ser considerado algo mayor que el del caballo, esto es algo relativo, si la posición es muy cerrada (con muchas piezas y peones) el caballo se desenvuelve mejor; pero si la posición es abierta, con pocas piezas y las diagonales abiertas, el alfil es decisivo. Es importante que los principiantes traten de realizar combinaciones con sacrificios de piezas, esto le ayudará a desarrollar su imaginación y su comprensión del juego. Al principio este tipo de jugadas les conducirán a la derrota, pero les servirán en muchos aspectos.
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